Muchas celebrities están abandonando el café en pos de esta bebida mágica. Energizante, antioxidante y adelgazante, este té soluble mejora el metabolismo y previene el envejecimiento prematuro. Descubrimos las propiedades del té matcha.
¿Qué es?
El matcha es un polvo fino y verde procedente de las hojas del té (matcha significa té en polvo), que se cubren antes de la cosecha (para conseguir un color y un sabor más intensos), se dejan secar y pasan por un largo proceso de selección, limpieza y molido.
Su origen es chino, pero la popularización de su consumo es cosa de los japoneses: el matcha es el ingrediente principal de la ceremonia nipona del té, que data del siglo XIV. Se utiliza para favorecer la relajación previa a la meditación, pero sin inducir el sueño, lo que han denominado un 'estado de calma-alerta'. De hecho, su contenido en teanina hace que sea una bebida energizante más potente, incluso, que el café (ojo, no es una bebida apta para insomnes).
¿Por qué está de moda?
De un tiempo a esta parte, famosas como Gwyneth Paltrow o Jessica Alba se pasean por la Gran Manzana con su vaso de té matcha en mano. También puede verse a las modelos de las grandes pasarelas, entre desfile y desfile, tomándolo en chupitos, como si de una pócima mágica se tratara. ¿Qué les da?
Foto de Gwyneth Paltrow en Instagram, con un té matcha de Chalait.
Liv Tyler, Meg Ryan, Jennifer López y Ashley Olsen.
El té matcha aporta fibra, vitaminas, minerales, aminoácidos y antioxidantes, en mayor proporción que el té verde normal, ya que se consume la hoja entera (una taza equivale a diez de té verde). Refuerza el sistema inmune, mejora el metabolismo, previene el envejecimiento prematuro y levanta el ánimo. Contiene L-teaninas, unos aminoácidos que nos mantienen concentrados y alerta, como la cafeína, pero sin disparar la frecuencia cardiaca; y polifenoles (responsables de proteger nuestras células de la oxidación y los radicales libres) como el EGCG: un antioxidante con función drenante que nos ayuda a depurar el organismo, acelerar el metabolismo y adelgazar.
¿Cómo se prepara?
Mientras que el té se prepara en infusión, los polvos de matcha se añaden directamente al agua caliente. Por eso, esta bebida conserva mejor su sabor y sus propiedades. Se recomienda tomarlo solo, sin añadidos ni edulcorantes.
El agua debe estar caliente, pero sin que llegue a hervir: en torno a 80 grados. Puede llevarse a ebullición y después esperar unos minutos. En la ceremonia del té japonesa se pasa primero el matcha por un colador muy fino. Se añade un par de cucharaditas (1 g) al agua (60 ml) y se disuelve utilizando un batidor llamado chasen (una especie de brocha con un centenar de varillas de bambú) que le da a la bebida una textura cremosa y crea una capa de espuma. ¡Importante! No hay que remover en círculos, sino en zigzag.
El buen matcha es dulce y ligeramente astringente. Suele acompañarse de un pastelito tradicional japonés (como los wagashi), para contrarrestar su toque de amargor. Es muy versátil y también se utiliza como ingrediente en otros platos, tanto dulces como salados, especialmente para darles color. El helado de té matcha, por ejemplo, es un postre bastante popular.
El té matcha se disuelve en un bol con agua caliente utilizando un batidor de bambú llamado chasen.
¿Dónde comprarlo?
La región más famosa por la calidad de su té matcha es Uji, a las afueras de Kioto. Allí hay excelentes productores como la familia Obubu, que distribuye los tes de sus plantaciones a todo el mundo. El té matcha de calidad no es barato. El proceso de recogida, secado y molido de su hoja, siguiendo métodos tradicionales, es largo y costoso.
Té en Panatea, meca del matcha en EEUU.
En Estados Unidos, causa furor la cadena especializada Panatea, con locales repartidos por todo el país (sobre todo, en California y Nueva York). También son muy populares los neoyorquinos MatchaBar (en Chelsea y Brooklyn) y Chalait (en West Village).
Mochi de té matcha de Panda, Madrid.
¿Y en restaurantes? Panda, la pastisserie del restaurante nipón Hattori Hanzo (Mesonero Romanos, 17), lo incluye en varias propuestas, tanto bebidas como postres; así, su matcha latte (con leche de soja y kinako o soja tostada), su mochi de matcha (esferas de arroz glutinoso rellenas de helado de té) o su matcha Swiss Roll (bizcocho tierno de matcha relleno de crema de mascarpone y té verde, confitura de judía roja azuki y frambuesa). Allí mismo venden té matcha para preparar en casa, en un kit que incluye el batidor de bambú (20 euros/ 30 gramos).
Matcha latte del restaurante Okashi Sanda, Madrid.
También en el nuevo Okashi Sanda (San Vicente Ferrer, 22), el primer japonés de Madrid apto para celiacos (su oferta no solo está libre de gluten, también de lácteos o derivados y azúcares refinados). Propone dos bebidas (matcha latte y matcha frappé) y tres platos, como postre o en su servicio de meriendas: matcha roll, Puro Japón (tarta de queso matcha) y brownie de chocolate con crema y helado de matcha.
En Yoka Loka, en el Mercado de Antón Martín (Santa Isabel, 5), lo sirven caliente y frío (3 euros). También es posible encargarlo en su tienda.